Experiencias vividas en los Caminos a Santiago

Experiencias vividas en los caminos a Santiago

En esas noches de insomnio que todos tenemos alguna vez, y cuando la tendencia es ver todo negro, para recuperar el sueño me digo a mi misma «voy a pensar en cosas agradables» y automáticamente el pensamiento se me va a los Caminos de Santiago, y más de una y de dos veces a las tres de la madrugada estoy consultando una guía para comprobar si Molinaseca está antes o después de Ponferrada, por ejemplo. Me pregunto qué lugares me han impactado más, qué momentos recuerdo como más duros por el mal tiempo, por una cuesta que no acaba nunca o con quién iba en aquella etapa cuando nos perdimos…, y los recuerdos me vienen a borbotones. Son muchos y muy buenos, incluidas las largas horas de autobús dónde la discusión era si las vacas estaban tumbadas o de pie y en función de eso llovía o no llovía. Todavía no he logrado aclararme.

En el año 2001 no recuerdo el mes, comenzamos el primer Camino, de Roncesvalles al alto de Erro, un grupo no muy  grande con la inexperiencia de la primera vez pero con la ilusión de conseguirlo. No sé si entonces pensábamos en llegar a Santiago porque lo veíamos muy lejano. El día estaba lluvioso y el camino embarrado, como para quitarle las ganas a cualquiera, pero se produjo el efecto contrario. Poco a poco se fueron sucediendo las etapas y según íbamos avanzando iba creciendo la ilusión y la motivación. Qué alegría cuando después de mucho esfuerzo y muchas dificultades llegamos al Monte del Gozo y vimos por primera vez las torres de la Catedral. Al final llegamos a la Plaza del Obradoiro felices y contentos de haber conseguido el sueño de hacer El Camino de Santiago. Bajamos desde el Monte del Gozo hasta la Plaza del Obradoiro con el estandarte de la Asociación. Era el Domingo de Resurrección del Año Santo Compostelano de 2004. La sensación cuando llegas a la Plaza del Obradoiro es: ¡ya estamos aquí!, y ahora qué. Es el final de un Camino y el principio de otro?….

El segundo Camino con destino a Santiago fue el de la Costa. La primera etapa, para ponernos a prueba de nuevo llovía con ganas, cuando subíamos hacia el Santuario de la Virgen de Guadalupe (Irún) el agua hacía gorgoritos en los charcos y nosotros íbamos poco equipados.  Allí nos dimos cuenta que para este Camino había que pensar en chubasquero, paraguas, capa, etc. Lo empezamos el año 2007 y lo terminamos en la Semana Santa del año Santo Compostelano de 2010. Diferente totalmente del Camino Francés por su cercanía al mar y su orografía. Pasamos por pueblos, valles, acantilados, playas de una belleza difícil de olvidar, lugares por los que de otra manera quizás no habríamos pasado nunca.

En la Semana Santa que hacíamos el tramo de Monte Areo (Gijón) a Otur (Luarca), salimos de Estella con los peores pronósticos del tiempo, agua, nieve, frio, granizo. Se cumplieron todos. El primer día no llovió y llegamos a Avilés. A la tarde cuando nos disponíamos a ver la procesión de Jueves Santo, declarada de interés turístico, empezó a diluviar tanto  que tuvieron que desviar la procesión, con muchos problemas, para hacerla más corta, y tuvieron que suspender también un concierto que iba a celebrarse a la noche. En el grupo cundió el pánico y la mayoría pensábamos que así no salíamos al día siguiente. Siempre hay quien pone orden en el caos y los más valientes dijeron «hemos venido al Camino y mañana salimos». Al final seguimos su ejemplo y cumplimos todo el recorrido previsto diluviando todos los días. A partir de ahí ya no hubo más dudas. Hubo un antes y un después. Aprendimos una gran lección: hay que afrontar las dificultades de la vida con valentía.

Después de pasar por toda la cornisa cantábrica hasta RIbadeo, nos adentramos en la provincia de Lugo por Mondoñedo, Abadín,…., y llegamos a Sobrado dos Monxes en otra Semana Santa No es nada lo que llovió esos días para lo que había llovido antes. Los caminos eran balsas, corría el agua por los ríos, riachuelos,  acequias, cascadas,… y llegamos al pueblo de Sobrado. Nos hospedábamos en un Hostal que lo abrieron para nosotros, después de pasar todo el invierno cerrado. Había una humedad insoportable. No había casi agua caliente y poca calefacción, pero nos esperaba una sorpresa que nos hizo olvidar las malas condiciones que tenía. Hay que destacar el impresionante edificio del Monasterio Cisterciense  de Santa María de Sobrado dos Monxes que por cierto necesitaba una urgente restauración. Es un edificio de unas dimensiones enormes. Dedujimos que se celebraban bodas en el Monasterio, porque el Hostal tenía una suite nupcial, decorada en tonos rosas, con dosel, espejos, en el techo también, y los afortunados para disfrutarla fueron nuestros queridos amigos Goyo y Loli. Las risas que tuvimos duraron meses. Pasamos todos a ver  la suite y el pitorreo fue general. No lo olvidaremos y menos Goyo y Loli. Y llegamos a Santiago por segunda vez en el Año Santo Compostelano de 2010. (6.04.2010).

De nuevo el mismo vacio.¡Qué hacer! Pues volver a empezar de nuevo el Camino Francés, esta vez con un grupo mucho más numeroso. Qué decir del Camino Francés: su historia, su patrimonio artístico y cultural y su variedad de paisajes según la provincia que atravesemos y la época del año, es impresionante. El inicio en Roncesvalles es único, el paso por Navarra es precioso. En todos los Caminos siempre hay algo que te impacta más, para bien o para mal. Yo creo que el paso por Estella-Lizarra dejará a los peregrinos un buen sabor de boca y ganas de volver. Citar todos los buenos recuerdos es imposible pero a mí en el primer Camino me impactó mucho el paso por las ruinas del Convento de San Antón, antes de llegar a Castrojeriz. El paso por Castilla es muy interesante con un patrimonio artístico impresionante, El Canal de Castilla, Frómista, Villalcazar de Sirga, Carrión de los Condes, por citar algunos lugares. Las ciudades de Burgos y León con todo lo que tienen para ver. El Bierzo para mi es una zona que me atrae mucho, con un recuerdo especial para Pereje y su Patrona, La Magdalena. La bajada de la Cruz de Ferro al Acebo, y a Molinaseca… Y llegamos a Santiago por tercera vez en la Semana Santa del año 2012 un grupo de 64 personas, celebrando así los 50 años de la creación de la Asociación con una entrada a la Plaza del Obradoiro muy emocionante, especialmente para mí que vivía una situación familiar muy particular y muy triste. Siempre acompañados del estandarte de la Asociación en todas las llegadas a Santiago.

Mientras tanto otros Caminos no menos importantes como:

  • El Camino del Baztán, en dos ocasiones. De Bayona a La Trinidad de Arre. Naturaleza espléndida con algunos despistes sobre todo en la parte francesa, porque las flechas amarillas son pequeñitas y hay que buscarlas. Subimos Otsondo, atravesamos el Baztán, subimos Belate y por la Ulzama llegamos a la Trinidad de Arre, dónde se une al Camino Francés. Recuerdo la subida a Otsondo porque hacía muchísimo calor, me cogí una pájara que me costó mucho llegar a Amaiur. Le pasó lo mismo a mi compañera y amiga Germana.
  • El Camino Vasco del Interior. De Irún a Santo Domingo de la Calzada. Muy bonito en todo su recorrido, pero varios días pasados por agua. A destacar el paso por el túnel de San Adrián que era el paso antiguo entre Guipúzcoa y Álava.
  • El Camino Aragonés, en dos ocasiones también. De Somport a Puente la Reina-Garés con sendas visitas a la Catedral de Jaca, su museo, San Juan de la Peña, Santa Cruz de la Seros, Eunate… es decir otra maravilla.
  • El Camino del Ebro en su paso por Navarra hasta Logroño, pasando por las tierras fértiles de la Ribera de Navarra. De Cortes a Logroño.
  • El Camino Primitivo, de Oviedo a Santiago pasando por Grado, Salas, Tineo, Pola de Allande,el Puerto del Palo, Grandas de Salime, Fonsagrada, Lugo… Cuando miraba los perfiles de las etapas se me ponía un nudo en la garganta. Lugo es la provincia que la hemos atravesado por tres caminos: el francés, el de la costa y el primitivo. Resultó sencillamente espectacular. Para mi desde el punto de vista de naturaleza me parece uno de los más bonitos.
  • Este año, 2015 en Semana Santa, el tramo Gallego del Camino Portugués, de Valença do Minho/Tuy a Santiago, pasando por Porriño, Redondela, Pontevedra, Caldas de Reis, Padrón. Nos ha sorprendido gratamente por la cantidad de peregrinos que hemos visto y por la belleza del tramo. Es el recorrido donde hemos visto más y bonitos cruceiros. Para los que no conocíamos o no lo suficientemente Pontevedra, hemos descubierto una ciudad con un precioso casco antiguo perfectamente conservado.
  • No podemos olvidarnos de la etapa más dura, recorrida en 3 ocasiones, y una de las más bonitas de todos los caminos: Saint Jean de Pied de Port a Roncesvalles hecha en el mes de Junio del presente año y que representa el inicio del 3º Camino Francés.

¿Con cual me quedo? Con todos. Cada uno es distinto del anterior, dependiendo de la época del año y de las circunstancias personales de cada uno que hace que se viva de diferente manera.

De todo esto se desprende que el Camino tiene un gran atractivo. Cada persona hace un Camino único con una experiencia única. Las motivaciones son tantas como peregrinos y no es lo que uno busca cuando lo empieza, sino lo que encuentra cuando llega. Son muchos los factores que influyen, no podemos olvidar el aspecto espiritual muy importante,  el  contacto directo con la naturaleza, el descubrimiento del rico patrimonio artístico y cultural y el contacto con otras personas en una actitud de sacrificio y esfuerzo que tanta falta hace en el día a día de nuestra vida,  aspectos que hacen que todo el que puede repite la experiencia.

Como colofón he tenido la suerte de asistir al Primer Congreso Mundial de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago, organizado por la Xunta de Galicia con la participación de más de trescientas personas pertenecientes a más de 150 Asociaciones de 28 países. Ha sido muy interesante y enriquecedor y hemos conocido los proyectos, la ilusión y la mentalización de Asociaciones de países tan lejanos, como Japón, Sudáfrica, Canadá, Australia, etc.

Para finalizar quiero manifestar mi profundo agradecimiento al Camino y al grupo de caminantes que con su compañía, su solidaridad y su colaboración tanto en el grupo como en apoyo de la Asociación, hacen que haya un buen ambiente donde se ha ido fraguando una relación de amistad y cariño. Sin ellos no sería igual. Un abrazo a todos.

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