Sobre la ermita de San Nicolás y Manjarín
La ermita está en la provincia de Burgos justo en el límite con la provincia de Palencia, y unos 6 km de las ruinas de San Antón fue mi objetivo siguiente me lo tomé con calma, eran pocos kilómetros hasta la ermita, en Castrojeriz estuve haciendo turismo el tiempo necesario para llegar a San Nicolás a la hora de abrir el albergue. Una congregación de hospitaleros italianos se hacen cargo de él recibiendo a los peregrinos con donativo y está abierto del 1 de Mayo hasta mediados de Octubre. Las muchas veces que pase estaba cerrado mi deseo era quedarme, septiembre fue el mes elegido el mismo mes que el de San Antón cuando entre vi la luz del camino, en la decoración el medievo al fondo el altar con inspiración cristiana jacobea, las paredes con candelabros con velas que las encendían al oscurecer, una mesa muy larga como punto de encuentro para la cena comunitaria todas las tardes, antes de la cena nos invitaron a subir al altar para compartir una lectura de la última cena y a continuación nos lavaron un pie, para llegar a Santiago sin ningún contratiempo, nos dijeron, así sea, dije.
A si es el camino de cada dia, superando al anterior de la paz que allí se respiraba.
Otro sueño hecho realidad

A diferencia de los dos albergues anteriores, el refugio del pueblo
abandonado de Manjarín está abierto todo el año en lo alto del puerto a
pocos metros de la Cruz de Ferro. Como en los anteriores albergues, en este
también pasaba de largo hacia Ponferrada y siempre decía lo mismo la
próxima vez me quedaré.
Tomás el hospitalero que un día pasó haciendo el camino vio ese lugar
apropiado para hacer una parada de descanso para el peregrino antes de
seguir hacia el Acebo. Ayudado y aconsejado por su amigo Jato dueño del
albergue Ave Fenix de Villafranca del Bierzo, con Jato también tuve mucha
amistad no solo me ayudó en varias ocasiones sino que también me dio
buenos consejos.
Volviendo a Manjarin. Tomás, el último templario, así se denominaba,
construyó un refugio que con el tiempo lo fue mejorando pero muy austero,
un techo y un lugar donde descansar compartiendo la compañía y el silencio
del paisaje una experiencia auténtica de montaña, buscaba eso y eso es lo
que encontre
Tomás me transmitió valor humano y espiritual,el calor de la estufa la
compañía de pocos peregrinos y de sus ayudantes acompañada de una sopas de
ajos fueron suficientes para un atardecer frío pero muy agradable.
Amaneció un día soleado, Tomas se vistió de Templario con su hábito blanco
con cruz patada roja, hizo sonar una campana para reunirnos, sus
ceremonias fueron los momentos más mágicos del camino y con una bendición
templaria abrazos y alguna lágrima nos despedío.
Un compañero del camino me avisó que en el 2022 falleció, se fue un
verdadero hospitalero que abandonó su puesto de trabajo cómodo para
dedicarse por entero al peregrino en un sitio que en invierno las
temperaturas son muy frías y nevadas copiosas, siempre lo recordaré D.E.P.
Su comunidad de voluntarios sigue manteniendo viva la tradición del refugio.
Despedida de los tres refugios
En las ruinas de San Antón donde el tiempo descansa entre muros caídos la
hospitalidad permanece y lleve conmigo su lección
En la ermita de San Nicolás comprendí que abrir una puerta es también
abrir el corazón.
En Manjarín bajo la Cruz del Temple escuche la campana sintiendo la
presencia de Tomás y de aquellos voluntarios que me enseñaron la
hospitalidad y la fe.


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